¿Cómo mantener un pecho saludable durante la lactancia materna?
Senos caídos, grietas, mastitis, estrías… En este artículo descubrirás algunos consejos para mantener un pecho saludable durante la lactancia.
Algunas mujeres se quejan de que sus pechos no han vuelto a ser los mismos desde que amamantaron a sus hijos. Y es que la maternidad deja huellas en el cuerpo de una madre. Unas son inevitables, pero otras pueden prevenirse si se toman las medidas oportunas. En este artículo nos centraremos en los pasos a seguir para mantener un pecho saludable durante la lactancia.
Ejercicios para mantener un pecho saludable durante la lactancia
Para empezar, desde que sabes que estás embarazada deberías utilizar un sujetador específico, sin aros y con una buena sujeción en la espalda. Mientras estés dando el pecho, puedes llevarlo también por la noche para que te sujete los senos.
También te ayudará a mantener los pechos en su sitio y, de paso, a evitar el dolor de espalda, el caminar erguida y sentarte de forma correcta. Asimismo, la natación, el yoga o el pilates ayudan a mantener los senos firmes y la piel tonificada.
Del mismo modo, debes realizar ejercicios que te ayuden a fortalecer los músculos del pecho. Pueden ser flexiones, pero basta con apretar las palmas de las manos varias veces o colocarte de pie, extender los brazos y hacer giros hacia adelante y hacia atrás. Lo mejor es que realices estos ejercicios tras las tomas, cuando el pecho esté vacío.
Cuidados para mantener un pecho saludable durante la lactancia
Durante la lactancia también debes cuidar la higiene de tus pechos, pero utiliza jabones suaves y sin perfumes. De hecho, para que la areola no se reseque, se recomienda lavarla solo con agua.
Si te salen grietas, hay pomadas que te aliviarán. Es el caso de las cremas con base de lanolina. También puedes probar a ponerte pezoneras si ves que los pezones te duelen mucho. Y en caso de que utilices discos absorbentes, cámbialos con frecuencia para que los pechos estén secos.
Para tratar de minimizar las heridas, antes de retirar al bebé del pecho tienes que asegurarte de que no está succionando. De lo contrario, puede hacerte daño al tirar con las encías. Si ya tienes grietas, tu propia leche ayudará a curarlas. Por eso es aconsejable que, después de cada toma, extiendas un poco de leche por el pezón y dejes que sea la propia piel quien la absorba.
Es frecuente que los cambios de talla provoquen la aparición de estrías. Para evitarlo, hay cremas específicas que puedes utilizar durante todo el embarazo y la lactancia. El aceite de rosa mosqueta y las cremas ricas en vitamina E son un buen aliado para prevenir las estrías.
Cuidados a la hora de la toma
La forma en la que mama el bebé también tiene mucho que ver en el estado de tus pechos y si tienes en cuenta algunas pautas lograrás mantener un pecho saludable durante la lactancia. Para que el tejido pueda relajarse, debes procurar que tu hijo se agarre bien al pecho para que pueda llegar a vaciarlo. Si solo toma de un pecho, en la siguiente toma debes ofrecerle el otro. Si ves que la leche se acumula demasiado, puedes ayudarte de un sacaleches.
Consejos para evitar la mastitis
Se calcula que el 10% de las mamás que dan el pecho a sus bebés sufren mastitis durante la lactancia. Esta inflamación es muy dolorosa y es la causa de que muchas mujeres decidan dejar de dar el pecho. En cambio, los médicos recomiendan seguir amamantándolos, ya que la causa es una congestión. Por tanto, se va curando conforme el pecho se va vaciando. Cuantas más tomas haga el bebé, mejor para el pecho.
Algunos consejos para tratar de prevenir la mastitis son los siguientes:
- Procura que tu bebé abra bien la boca antes de ofrecerle el pecho. De esa forma podrá abarcar todo el pezón y vaciará el pecho completamente.
- Cambia de posición durante la toma para ayudar al bebé a vaciar el pecho.
- Utiliza un sujetador de tu talla, que no te presione los pechos.
- Evita que tus pechos se llenen de leche en exceso. Si ves que el bebé no tiene hambre, sácate la leche y congélala.
- Deja que los pechos se sequen al aire.
- Si notas que tienes algún bulto en el pecho por la acumulación de leche, date un masaje.
Si a pesar de todas las precauciones sufres una mastitis, algunos remedios naturales para aliviar el dolor son las cataplasmas de jengibre, las compresas con infusión de tomillo o aplicar miel en la zona.
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